Dentro de la era electrónica, el arte ya no es únicamente un espectador, ahora se vuelve parte de la obra, participa interactivamente con ella. El texto aborda visiones sobre el uso indiscriminado de Internet, multimedia y nuevos procedimientos médicos o biológicos que desintegran el mundo, ya que las nuevas tecnológicas no sirven para mejorar el mundo.
Las tecnologías han cambiado la visión del mundo. Hablamos de estética de la aparición y la desaparición; la primera refiere a la permanencia del arte en su soporte, mientras que la segunda consiste en la persistencia cognitiva de la visión. Se pierde el espacio real y las relaciones humanas.
El videoarte cuestiona el carácter comercial de sus mensajes e imágenes. Inicia por una critica al icono de la cultura de masas, el consumo de ideas convencionales que conforman el criterio sobre el mundo, el discurso elitista y no público del arte.
W. Vostell advierte una deconstrucción de la ideología del televisor, saca el arte del mundo del arte (las galerías y museos) para proporcionarle al espectador una autentica visión de la función del televisor dentro de la sociedad.
Schum veía el video como un medio para liberar al artista de la triada: taller- galería- coleccionista y así permitir subsistir no de la venta de la obra sino de los derechos de autor.
“Genéricamente el video se entendió como un medio con el que plantear cuestiones abiertas en el seno de la posmodernidad: la representación, la autoría, el aura o la narratividad” (Guasch, A. M., 2001, 453)
Die Winde, de Wolf Vostell (Berlín, 1981), que se exhibirá en Arts Santa Mònica en la exposición TV/ARTS/TV
Bill Viola no maneja sus videos y videoinstalaciones como transmisores de imágenes sino como un contenido audiovisual que se libera de las estructuras narrativas convencionales, ofreciendo una percepción diferente; imaginación, conciencia, suelos y memorias del artista.
Se pretende ofrecer una nueva representación del mundo fundada en las percepciones, la imaginación, la conciencia y los sueños.
Ahora bien, tenemos entonces que, dentro de la sociedad posmoderna, la sociedad de esta era digital y tecnológica; el video se convierte en un instrumento critico perfecto.
Bill Viola Tristan’s Ascension (The Sound of a Mountain Under a Waterfall), 2005, video-sound installation.
El videoarte representa un paradigma estético con varias décadas de tradición, que se han visto sorprendentemente renovado gracias a las tecnologías digitales. Discurre fluidamente por las redes informáticas y encuentra hacedores espontáneos entre los internautas y usuarios de todo tipo de gadgets para grabar video.
Es un medio de expresión con posibilidades ilimitadas y que permite crear visiones tanto que proceden de la realidad y discurren en la ficción, la fantasía y lo imposible.
La tecnología pareciera ser algo que el ser humano no puede controlar, que le arrebata y le hace temblar; con esto queriendo referir a las visiones futuristas que algunos artistas mencionan en el transcurso de la lectura; hablan de un ciberpunk, de ciborgs, que el mismo creador de esta red de información esta quedando de un plano obsoleto.
Ciertamente me parece el videoarte es algo plenamente vigente en nuestros días, si bien es probable; como ha sido mi caso, que no lo identifiquemos como este medio expresivo, sin embargo, tal grado de critica generado mediante lo visual, hace posible que; como bien se menciona en la lectura, el espectador “despierte” de los mensajes que nos proporciona la televisión.
Reseña: Rodríguez Amanda y Paola Vega
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